Nuestros Motivos-utopía
Imaginar y construir otra forma de habitar y expresar el mundo, una comunicación autóctona, que trascienda el "cambio social" auspiciado por el capital con el proyecto Sociedad Global de la Información; constituye un camino ético, político y científico en las luchas por la hegemonía, en la definición de nuevos marcos y condiciones para la integración regional y la producción de una nueva ciudadanía.
En este empeño, Iberoamérica, el espacio regional de referencia de nuestras culturas mestizas y subalternas, es el ámbito desde donde sin duda se pueden ofrecer criterios consistentes de evaluación, basados en una ética responsable de la comunicación, ante el actual desarrollo de los nuevos medios de interacción social y de codificación que experimentan nuestras culturas.
La perspectiva latina es el alfa y omega, la condición inexcusable para fundar un nuevo pensamiento comunicológico, y desde luego un nuevo proyecto político-social para los pueblos que habitan y resisten culturalmente los embates diarios de la sociedad global.
Se hace necesario articular redes y espacios de esperanza con los que propiciar la interlocución entre los profesionales, los académicos y movimientos populares, generando propuestas para el debate internacional, garantizando el intercambio o transferencia de conocimientos entre Academia e Industrias Culturales, que nos permiten abrir en el espacio público debates necesarios sobre las políticas de comunicación o la participación ciudadana en el sector de la información y comunicación; construyendo, en fin, otra comunicación y pensamiento comunicacional posible con vocación de servicio público.
Quienes compartimos esta idea, aquellos que venimos reclamando mayores esfuerzos científicos, académicos y políticos de cooperación e integración regional, que hemos sido impulsores de muchos de los cambios relacionados con la democratización de la comunicación en nuestra zona, tenemos el deber de articularnos en ese camino al desarrollo democrático y para contribuir con la inteligencia colectiva e iniciativas de los pueblos de los países iberoamericanos, en los que la comunicación constituye un patrimonio no suficientemente reconocido como capital cultural para la promoción y progreso de nuestras economías.
Hacer posible la comprensión, cooperación y resolución de los problemas más graves que afectan a la región demanda el compromiso epistemológico de los estudiosos de la comunicación con una nueva agenda de investigación social, construida de conjunto con los profesionales y movimientos sociales contrahegemónicos. La integración de signo emancipador del pensamiento comunicológico, la producción comunicativa y la práctica política sustenta la aspiración fundamental del Foro Latinoamericano de Comunicación y Ciudadanía.